Entonces llamó a los Doce y los envió de dos en dos... Les ordenó que no llevaran para el camino más que un bastón; ni pan, ni alforja, ni dinero; que fueran calzados con sandalias y que no tuvieran dos túnicas.
(Mc 6, 7-9)
Somos enviados en comunidad y en pobreza, especialmente desprendidos de lo material; con total disposición y entrega.
Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
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